jueves, 22 de septiembre de 2011

La verdad es que me pongo a pensar y yo nunca decidí estar donde estoy, o estar con quien estoy. Nunca dije: quiero esto o necesito esto. Y bueno, he de decir que sinceramente es algo que para no haberlo pedido, me ha venido bastante bien. Dicen que las mejores cosas de la vida aparecen un día cualquiera, sin predecirlo, y a la persona menos esperada. De repente un día te levantas y te das cuenta de que hay algo nuevo, no sabes si es algo bueno o algo malo. Pero ese algo, sin quererlo, puede cambiar el sentido de tu vida para siempre...




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